El Puente de los Suspiros, de Boris Briones, Montañas de papel Ediciones, Madrid, 2015; 133 pp.
Es un selecto acopio narrativo que incluye diez cuentos breves caracterizados por una prosa ágil, amena, donde lo humano es lo más relevante de las historias de ficción. Llama la atención la adecuada estructura narrativa de los mismos, en los cuales la sorpresa, la frescura de la bondad y del sacrificio por los otros, es la nota principal. Así por ejemplo, en su más extenso relato y que lleva el nombre del libro: “El Puente de los suspiros”, se percibe la adaptabilidad del ser humano para seguir sus metas personales, sean factibles o imposibles, así como también el dolor del amor perdido y la lucha interna del personaje para olvidar lo inolvidable de los afectos de las parejas y la riqueza de las situaciones compartidas. Otros cuentos tales como: “Demasiado Tarde”, “Lisboa”, “El lugar que imaginaba” o “Es increíble lo rápido que viajan las balas”, van dando cuerpo al texto que no deja un respiro al lector para seguir incursionando en los valores que trasuntan los personajes y en su manifiesta generosidad, para con sus congéneres; una generosidad que va más allá del límite físico y que llega al sacrificio. En otro plano, dichos cuentos dejan de manifiesto también como va cambiando la sociedad, los pueblos y ciudades donde los personajes van gastando sus vidas; lo que a ratos nos recuerda nuestro propio derrotero desde un universo de paz y tranquilidad a un mundo violento y cambiante. En efecto, el cuento “El lugar que imaginaba”, nos hace ver como la ilusión y la esperanza humana choca con el dinamismo organizado de la violencia. En suma, estamos ante un narrador joven pero poseedor de una pluma madura que sabe mirar lo humano.
Reseña: Zenobio Saldivia M. / Octubre/2015. /