El Mercurio de Valparaíso, su Rol de Difusión de la Ciencia y Tecnología en el Chile Decimonónico, de Silvia Becerra y Zenobio Saldivia, Bravo y Allende Editores, Santiago, 2010. 216 páginas.
En esta obra, la Periodista Silvia Becerra y el Profesor y Magíster en Filosofía de las Ciencias Zenobio Saldivia, abordan la temática de la divulgación científica durante el siglo XIX en Chile, a través del análisis de un medio informativo del período, El Mercurio de Valparaíso.
Utilizando como fuente las ediciones del siglo XIX de este medio, y una abundante bibliografía complementaria, los autores comienzan su trabajo introduciendo al lector a los aspectos socioculturales que rodean su fundación, en el año 1827, poniendo especial énfasis en los desafíos que enfrenta la joven República Chilena, en sus ámbitos económicos, administrativos y técnicos. Con lo anterior, la aparición de este medio periodístico responde, tal como mencionan los autores, a la necesidad de conectar a la población con los cambios que se comienzan a producir en el Siglo del Progreso, y en el que el puerto de Valparaíso, como centro mercantil chileno, funciona y cumple un papel preponderante no sólo en el ámbito del comercio, sino que también en el intercambio de conocimiento.
Con lo anterior, se nos presenta El Mercurio de Valparaíso como una publicación que en sus inicios incorpora, además de las crónicas nacionales e internacionales, una sección dedicada a noticias sobre ciencia y tecnología, aunque de forma muy breve y reducida, donde se privilegian los sucesos extraordinarios y llamativos: “En un principio y sin muchas variaciones a través del tiempo, las noticias científicas y tecnológicas se publicaban en la sección de Variedades; destacando en una primera etapa, las curiosidades de la naturaleza, las anomalías físicas en seres humanos e incipientes artículos relacionados con medicina…”.
Luego, se analiza la influencia de la corriente del Romanticismo en Chile, desde la década del 30’ hasta el 50’ del decimonono, y como va modificando el tratamiento de la información científica que difunde El Mercurio de Valparaíso. Luego de definir las principales características de este movimiento, los autores identifican dos grandes momentos de cambio. Primero, la llegada al país de especialistas que, inspirados por el movimiento Romántico y contratados por el gobierno chileno para identificar y catalogar las riquezas minerales y naturales del país, van publicando sus noticias y reportes en el Mercurio de Valparaíso. Entre estos científicos se encuentran naturalistas y geólogos como Claudio Gay, Ignacio Domeyko y Rodulfo Amando Philippi, quienes a través de sus informes elevan el nivel de la discusión científica del país, al tiempo que mantienen a la población al tanto de sus descubrimientos: “Una parte importante de las informaciones que ocupan las páginas de El Mercurio de Valparaíso, corresponde a los trabajos de científicos, naturalistas y geólogos que recorren nuestro país […] En este contexto, el diario que nos interesa publica diversas informaciones sobre el estado de avance de tales exploraciones; las mismas generalmente son entregadas al diario por los propios protagonistas”.
En segundo lugar, y unido a lo anterior, El Mercurio de Valparaíso identifica oportunamente la importancia de tales noticias y aumenta significativamente el espacio disponible para su divulgación, nutriéndose además de los reportes sobre avances científicos y técnicos que envían corresponsales en distintos países, como Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, sobre temáticas tan diversas como la astronomía, minería, agricultura, medicina, Los autores destacan esta idea de la siguiente manera: “En la década del treinta del Siglo XIX, las informaciones relacionadas con el área de la ciencia y la tecnología no sólo aparecen en la sección de Variedades, sino que ahora también aparecen bajo los rótulos de Mosaico, Noticias Varias, Miscelánea o Esterior. E incluso también, muchas de ellas, aparecen en las secciones de Crónica o Santiago”.
Siguiendo el desarrollo de las ideas en nuestro país, los autores examinan el arribo del pensamiento Positivista de Auguste Compte durante las décadas del 50’ hasta el 80’ del siglo XIX, y su efecto en la prosa y en las noticias científicas de esta publicación. El positivismo penetra en la sociedad chilena y “…rápidamente se percibe el uso de la razón como un medio, como una razón instrumental y como un marco teórico para el fomento de los avances científicos y tecnológicos, para alcanzar así el añorado progreso económico y social”. Y en este marco, El Mercurio de Valparaíso es uno de los primeros medios en promover este progreso, como consecuencia necesaria de los descubrimientos y avances técnicos de la época. Esto, expresado por ejemplo, a través de noticias sobre la aplicación de nuevas técnicas para mejorar la agricultura del país o acerca de la necesidad de crear instituciones de enseñanza especializadas en minería e ingeniería, y aprovechar así nuestras riquezas naturales, al tiempo que se destacan cada vez más las iniciativas nacionales: “Durante el siglo XIX El Mercurio de Valparaíso registra casi todas las noticias relacionadas con inventos generados por chilenos; ello, debido a la importancia que éstos poseen en la segunda mitad de la centuria, respaldando así la idea de progreso”.
Más adelante, en las últimas dos décadas del decimonono, los autores consideran el papel de este medio periodístico en dar cuenta del espíritu de la época, del cambio de siglo, y de todos los avances científicos del momento, poniendo especial énfasis en los cambios que sufren disciplinas como la medicina, la astronomía, la botánica y la aplicación de la tecnología a los nuevos medios de transporte, todo lo cual es desarrollado en distintas notas y reportes de la publicación en cuestión. Concluye esta obra con un capítulo dedicado a dar una visión global sobre la evolución y desarrollo de la idea de ciencia en El Mercurio de Valparaíso.
Así, y a través de esta obra, se descubre que analizar el trabajo de divulgación de la ciencia y tecnología en El Mercurio de Valparaíso, es conocer también el desarrollo científico, técnico, material y cultural del país. Esto, dado que esta publicación muestra, en sus inicios, un reflejo de la insipiente noción que la sociedad chilena tiene de estas ideas; pasando, luego, por periodos en que, influenciada por las corrientes Románticas y Positivistas, se comienza a configurar una gnosis y una episteme científica nacional más clara, y El Mercurio se constituye, cada vez más, como un vínculo no sólo entre el medio periodístico y los expertos, sino que incorpora a gran parte de la sociedad chilena de la época.
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